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Ansiedad

By 10/06/2018 noviembre 10th, 2019 No Comments

Todos sentimos ansiedad a veces. De una manera, la ansiedad es esencial para vivir. Necesitamos algunos elementos básicos para sobrevivir: comida, agua y refugio. Sostener esos tres elementos esenciales requiere vigilancia, pero no la hiper-vigilancia frenética que acompaña a la ansiedad. La ansiedad te acelera: aumenta la conciencia, enfoca los sentidos y alerta los reflejos. Si todos se despiertan debido a una amenaza genuina, forman una inteligencia particular en respuesta al miedo. Cuando esos sentidos son estimulados por amenazas imaginarias, nos angustiamos.

Sharon Salzberg, profesora de meditación de reconocimiento internacional, comparte reflexiones sobre la ansiedad a lo largo de dos artículos publicados en su columna en onbeing. Este es un resumen de los puntos que me parecen más interesantes. (Leer original en inglés)

El hecho de que la ansiedad se apodere del cuerpo de la misma manera que el miedo le da a la ansiedad más credibilidad de la que merece. Cuando su cuerpo reacciona de esta manera, cree que la ansiedad lo está alertando sobre una amenaza genuina.

Cuando el cerebro está dando vueltas a un resultado horrible tras otro, no tiene suficiente espacio para percibir claramente el mundo que nos rodea como lo es en este momento.

Vale la pena preguntarse: ¿La amenaza está en el momento o está en la mente?

Preocuparse por algo influye en el resultado y, de hecho, puede consumir la energía mental necesaria para responder a los eventos temerosos genuinos. No podemos enfrentar el mundo hábilmente en un constante estado de miedo, pero tampoco queremos soñar despiertos en la vida. Como dice Sylvia Boorstein:

«Para ver claramente, para tomar decisiones sabias, necesitamos una mente que tenga fuerza suficiente, por lo que no la quieres fatigada con incesantes preocupaciones».

Por suerte tenemos herramientas a nuestro alcance para cultivar una mente fuerte y confiada. En el taller de Yoga para la ansiedad compartiremos algunas de estas herramientas a través de los siguientes elementos:

Consciencia del cuerpo

Salzberg habla de la importancia de distinguir entre una amenaza real e imaginaria. El punto de partida para salir del bucle de la rumiación mental es volver a las sensaciones corporales. Además, desarrollar la consciencia sensorial nos permite identificar de forma más concreta cómo la ansiedad se está expresando en tu organismo. Dónde y cómo la sientes. Algunas posturas de yoga estimulan el sistema nervioso parasimpático generando un estado emocional más calmado.

Respiración

Me gusta pensar en la respiración como el puente entre el cuerpo y la mente. Pero en realidad no hay separación. Nuestra respiración es afectada por nuestro estado psico-emocional pero también ocurre al revés. A través de la respiración puedes afectar tu mente ya que puedes afectar tus respuestas fisiológicas. Otro punto importante es que la respiración nos puede dar pistas importantes sobre nuestro estado emocional antes mismo que lo advertimos a nivel intelectual.

Meditación Mindfulness

Las evidencias del programa Mindfulness para la Salud de Respiravida incluyen la reducción del nivel de estrés y catastrofización y reducción de los niveles de depresión y ansiedad.

Desarrollar la concentración y cultivar emociones positivas, como la amabilidad hacia uno mismo y hacia los demás, contribuye directamente en la capacidad de ver la propia experiencia con perspectiva y no caer en (o salir de) la espiral de pensamientos que generan ansiedad.

A través de estas herramientas podemos crear más espacio alrededor de nuestra ansiedad, y desde este espacio poder elegir cómo responder con mayor habilidad y serenidad a lo que nos pasa.