Responder en vez de reaccionar

Responder y no reaccionar. Es lo que me enseñó uno de los libros que más me impactaron y que fue el inicio de un gran camino de transformación personal: Mind Reactive and Creative (Mente Reactiva y Creativa) de Sangharakshita.

Era el año 1999 y yo vivía en Londres, Inglaterra, donde iba a clases de meditación en el centro budista Triratna. En el momento de la pausa me gustaba quedarme hojeando los libros y las cintas de audio (se usaban cintas todavía!) de la tienda. La pequeña tienda no era más que una estantería con todo el material y un cuenco donde dejar el dinero de tu compra. Fue así como llegó a mis manos el libro Mind Creative and Reactive.

¿Reactivo o Creativo?

La ilustración en la portada del libro sugería que cambiando la letra C de sitio podríamos transformar REACTIVO en CREATIVO:

Portada del libro Mind Ractive and Crative

Portada del libro Mind Ractive and Crative

El concepto de no reaccionar me era totalmente nuevo. Me abrió una posibilidad insospechada hasta entonces: yo puedo elegir mis reacciones, las otras personas no son responsables por mi estado de humor y por mis acciones. (Más adelante veremos la diferencia entre reaccionar y responder).

La idea de que había un espacio entre lo que me pasaba y cómo actuaba (reaccionaba) fue tan revelador, me dio una sensación de libertad tal y a la vez me desubicó. Me daba más crédito y responsabilidad sobre mis actos de la que yo me había dado hasta entonces.

Ya no podía culpar a los otros por mi irritabilidad o mal humor (como mínimo, no sin saber que no era verdad). Pero sí tenía control sobre cómo me afectaba lo que me pasaba. No creo que la idea me acabase de gustar del todo. Yo tenía 19 años y me encantaba encontrar culpables de mi mal humor o irritabilidad (mis compañeros de piso, el clima, el jefe, la dependienta de la tienda de la esquina…)

Pasados 20 años la vida no deja de darme oportunidades de seguir practicando: cada nuevo desafío nos brinda la oportunidad de poner en práctica  nuestro entrenamiento solo para darnos cuenta de que todavía fallamos. Somos humanos.

No me refiero a la represión de sentimientos, sino de tomar consciencia de nuestros hábitos y de cómo nuestras ideas y pensamientos condicionan tales hábitos o reacciones.

Víctimas de nuestro hábitos

Responder y no reaccionarVidyamala Burch ha desarrollado bellamente este concepto en el programa MBPM de Respiravida-Breathworks. Nos dice que cuando estamos en el piloto automático, reaccionamos: Pasa eso, igual a, yo respondo así. Me siento irritable, estresada, igual a, hablo mal a la gente. Y además, creo que tengo el derecho a hacerlo, justificado por no sentirme bien.

Si añadimos un momento de consciencia a la ecuación, un espacio entre lo que me pasa y lo que hago, puedo pasar de reaccionar de forma automática a responder de forma creativa.

La secuencia seria: Pasa eso, paro y decido cómo quiero actuar, qué quiero decir o no decir, actúo. Salimos del rol de víctima

Reaccionar es actuar desde el piloto automático. Responder es actuar con consciencia, compasión y elección.

La elección

El programa MBPM Respiravida-Breathworks tiene 6 pasos. El último paso es la Elección. Exploramos la capacidad de responder en vez de reaccionar conjuntamente con la elección porque es el elemento que hará posible salir de tus patrones automáticos de comportamiento.

¿Y cómo te gustaría actuar? Ya os he hablado del Sufrimiento Primario y Secundario como concepto central del programa MBPM Respiravida-Breathworks.  Como mínimo deberíamos tener la intención que nuestra “respuesta” no aumente nuestro sufrimiento ni el sufrimiento de otros. Esto ya nos puede servir de referencia, de guía.

Puede ser algo tan sencillo y cotidiano como cuando a un niño se le cae un vaso de agua de las manos. Seguramente ya se estará sintiendo inadecuado o con vergüenza. Gritarle o reñirle aumentará su sufrimiento. Si te encuentras en la situación que se te cae algo de las manos, o cometes un error, criticarte duramente y juzgarte, aumentará tu propio sufrimiento. ¿Cómo podemos responder con sabiduría y creatividad? A lo largo de las 8 semanas del curso exploramos la consciencia, la compasión, la conexión

El mando mágico

Imagina que pudiéramos tener un mando a distancia mágico y que en situaciones desafiadoras pudiéramos apretar el botón de pausa. PAUSA. En este momento, como magia, toda la situación se congela y puedes elegir cómo responder. ¿Te guiarás por la sabiduría o caerás en tus hábitos automáticos? Le damos al PLAY.Apretar el play o pause

Ahora, para pasar a la práctica os propongo un ejercicio desarrollado por Cassandra Vieten. Lo que puede ser realmente revelador y sorprendente en este ejercicio es identificar que muchas de nuestras reacciones no están relacionadas directamente con la situación que vivimos o con nuestra experiencia objetiva, sino con las ideas y pensamientos que tenemos en relación a cada situación.

Recordad que un hábito no se cambia de la noche a la mañana. Sobretodo, es el resultado en nuestra propia experiencia que alimenta la motivación para seguir en el camino. Así, como dice el maestro Thich Nhat Hahn: no es cuestión de fe, es cuestión de práctica.

Te puede ser útil leer antes Sufrimiento Primario y Secundario y La aceptación antes de hacer el siguiente ejercicio.

Ejercicio:

En la primera columna describe una situación reciente o habitual que te resultó o resulta difícil o estresante. Luego en las otras columnas describe tus sensaciones, pensamientos y emociones. En la columna del comportamiento describe qué hiciste, cómo actuaste.  Este es un ejercicio de autoreflexión que te puede ayudar a que en situaciones futuras puedas elegir a tiempo real cómo responder de forma más creativa en vez de ser arrastrada por tus hábitos.

Ejemplos de Cassandra:

SituaciónPensamientosEmocionesSensaciones físicasComportamiento
Me retrasé y me perdí yendo a la fiesta de cumpleaños de la mejor amiga de mi hija y llegamos tarde.Debería haber salido más pronto. No debería haber parado para comprar comida para llevar. Debería haber mirado mejor cómo llegar. No debería estar enojada.Frustración
Vergüenza
Culpa
Miedo (a no encontrar el sitio)
Molesta
Irritada
Tensa
Caliente
Respiración rápida
Ojos dilatados
Olor a escape (del coche)
Luz del sol brillante
Sonido de coches
Maldije y dije ¡Venga! en un tono de voz alto
Apresurada, intentando encontrar el sitio